Rafa & Virginia
Retomando la alegría en el Muelle Uno de Málaga
Rafa y Virginia contactaron conmigo con muy poca antelación. Su boda en el Muelle Uno de Málaga iba a tener lugar en 2020 pero como otras tantas parejas decidieron aplazarla por la pandemia. Finalmente quisieron ir hacia adelante y en poco tiempo organizaron su boda… y ¡vaya si la organizaron!.
El día
Ya mientras se hacían los preparativos se captaba un ambiente festivo y con muchas ganas de celebración por parte de familiares y amigos, tanto en La Cala del Moral (pueblo de costa donde está ubicada la casa familiar de Rafa) como en El Palo (un barrio malagueño muy vinculado también al mar). Esos momentos de intimidad, que normalmente están reservados exclusivamente a los más allegados, tuvieron participación entusiasta por parte de muchos amigos y sin duda contribuyó a que desde muy temprano la alegría reinara en todo momento.
Posteriormente hicieron la divertida ceremonia religiosa (¡genial y muy participativo el sacerdote!) en una iglesia con una carga emotiva muy importante para la familia de ella, la Iglesia de Santo Domingo (también conocida por “la iglesia de Mena“) y luego el posterior convite en el excelente restaurante con estrella michelín José Carlos García del Muelle Uno, uno de los indiscutibles referentes gastronómicos de Málaga.
Tras unos breves momentos de fotos de pareja en el cercano Paseo del Parque de Málaga comenzó el cóctel con gran ambiente, buena música y estupenda comida. La timidez y el respeto de las medidas de seguridad fue acomodando poco a poco la alegría y la fiesta, que se alargarían con la participación de un grupo flamenco hasta la noche.
Las fotos
Acostumbrados a tener reservas con hasta dos años de antelación resulta refrescante tener parejas que con poco tiempo cuentan con nosotros y se entregan con total confianza. La verdad es que Rafa y Virginia estuvieron encantadores en todo momento, muy positivos y con muchas ganas de disfrutar de su boda. Para nosotros esto es lo más importante, ya que al final ese actitud sale a relucir en cada momento y es lo que hace que las fotos brillen. Su familia y amigos, que los arroparon, acompañaron y dieron su cariño en cada momento nos lo pusieron facilísimo y la verdad es que no podemos pedir más…
En cuanto a lo visual quisimos plasmar el radiante sol que hizo ese día y la presencia del mar en casi cada momento. Huímos de tonos mates y quisimos dar protagonismo a esos blancos radiantes que la luz nos brindaba. Dejamos otra iluminación más suave para momentos más íntimos y fuimos a por todas abrazando una luminosidad que todos vamos necesitando en estos momentos.
Orgullosos del resultado, pensamos que ayudamos a hacer del día algo realmente especial y que fluyera de la manera más natural y divertida posible.
Enhorabuena a la pareja y muchas, muchas gracias por contar con nosotros.